« Adiós a la tecnología, hola al ser humano »
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Este es el enfoque del Design Thinking. Un innovador enfoque de gestión centrado en las personas, desarrollado en la universidad de Stanford (Estados Unidos) en los años 80 por Rolf Faste. Un enfoque innovador que ha revolucionado la forma de desarrollar y supervisar los proyectos.
¿Qué es el Design Thinking? ¿Cuáles son sus principios? ¿Cómo ha transformado profundamente esta metodología a algunas empresas?
El Design Thinking es un método creativo que se basa principalmente, de forma iterativa, en el feedback y el comportamiento de los usuarios.
La empatía, la creatividad, la cocreación, la iteración y el derecho a cometer errores son la base de esta metodología de innovación.
« Antes de resolver el problema correctamente, asegúrate de que estás resolviendo el problema correcto »
Más concretamente, el principio general es definir correctamente, y lo antes posible, el problema que se pretende resolver, antes de resolverlo proponiendo soluciones deseables, viables y técnicamente factibles.
Este nuevo fenómeno, que se ha convertido en una metodología de referencia en los GAFA, no es en realidad tan nuevo. La idea del Design Thinking nació en los años 50 en Estados Unidos, cuando el publicitario estadounidense Alex Osborn desarrolló la metodología del "brainstorming".
No fue hasta la década de 1980 que tuvimos una definición exacta y una mejor comprensión de este concepto gracias a Rolf Faste, director de la sección de productos de diseño de la Universidad de Stanford.
Enumeró los 7 pasos del Design Thinking:
Definir, Investigar, Imaginar, Proponer, Seleccionar, Implementar, Aprender. Estos 7 pasos se redujeron a 5, y más recientemente a 3 por Tim Brown, director de la empresa IDEO:
1- Inspiración: Identificar un problema y comprender su entorno
2- Imaginación (o Ideación): Encontrar el concepto, la idea que resolverá el problema
3- Implementación: concebir la forma que encarnará este concepto
Entonces, ¿es el Design Thinking un concepto que las empresas deberían adoptar urgentemente?
Esta es la pregunta que se hacen algunos directores y gerentes de grandes empresas.
En un mundo que exige cada vez más agilidad y que sitúa al usuario en el centro de sus preocupaciones, los métodos tradicionales de innovación y diseño han mostrado sus límites: costosos, poco ágiles y con frecuente efecto túnel.
Identificar rápidamente soluciones viables es ahora una necesidad para las empresas de hoy en día. El principio del Design Thinking ayuda a satisfacer esta necesidad. Puede parecer caótico para quienes lo exploran por primera vez, ya que da lugar a descubrimientos inesperados durante el ciclo de vida de un proyecto, pero permite conseguir resultados que destacarán significativamente al final del ciclo del proyecto.
Cuanto antes se incluya al usuario en el ciclo de vida de un proyecto, mejores serán los beneficios al final del mismo. Algunos estudios afirman que si se mejora la fidelidad del consumidor en un 5%, se puede esperar un aumento de los beneficios del 25% al 50%.
“No es tarea de los consumidores saber lo que quieren. El cliente es incapaz de saber que quiere algo que aún no existe.” Steve Jobs
Hoy en día, en un contexto de competencia nunca visto en la historia del mercado de consumo, los clientes son cada vez más exigentes, y las experiencias son cada vez más personalizadas y, por tanto, más complicadas.
Nespresso, por ejemplo, con sus cápsulas y su "club" de seguidores ha sabido responder a las expectativas de estos nuevos consumidores. La empresa japonesa Paris Miki trabaja con sus clientes para personalizar en masa sus gafas según sus necesidades.
El sistema de diseño Mikissimes ofrece a los clientes una "experiencia de exploración" mediante gráficos por ordenador apoyados en la inteligencia artificial para analizar los atributos distintivos del rostro de cada cliente. Estos atributos se combinan con adjetivos proporcionados por el cliente y describen el estilo que desea, como deportivo o elegante. El sistema utiliza esta información para diseñar, perfeccionar y crear prototipos virtuales de gafas personalizadas, que pueden fabricarse en una hora.
Dada su sencillez, agilidad y sobre todo su impacto en los beneficios y la reducción de costos, El Design Thinking se ha convertido en una metodología habitual utilizada por los GAFAs y las startups por igual, y puede aplicarse en la mayoría de los contextos, desde los productos a los servicios, desde el marketing y los medios de comunicación a la gestión.
¡Intentarlo ya es avanzar!